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Satanás en el Antiguo Testamento Satanás es la forma castellanizada de un vocablo que aparece 33 veces en el texto hebreo del Antiguo Testamento en la forma satán. Se cree comúnmente que la palabra "Satanás" designa en sí un malvado y poderoso ser sobrenatural, pero esta creencia carece de fundamento bíblico. El propósito del presente ensayo es mostrar el verdadero significado de la palabra "Satanás" tal como se emplea en el Antiguo Testamento. Es importante reconocer que la palabra hebrea original satán no es un nombre propio, es decir, el nombre de una persona, sino sencillamente un vocablo común y corriente que significa adversario, enemigo, acusador o calumniador. En muchas ocasiones la palabra hebrea satán aparece traducida al castellano en nuestra Biblia, pero en otras ocasiones los traductores la han dejado sin traducir y con mayúscula, dando la falsa impresión de que se trata de un nombre propio. (La palabra satán nunca se escribe con mayúscula en hebreo porque las letras mayúsculas no existen en hebreo.) Para saber quién es el adversario o enemigo a que se refiere el vocablo satán en un versículo determinado es necesario leer todo el pasaje y estudiarlo en su contexto. Como veremos, generalmente resulta fácil identificar al adversario, aunque esto puede ser problemático en algunos casos. La palabra satanás traducida al castellano
La palabra satán sin traducción Satanás en el libro de Job (1) La palabra satán en el Antiguo Testamento no es un nombre propio y debería ser traducida como adversario o enemigo en lugar de aparecer trasliterada (sin traducir) y con mayúscula como si se tratara del nombre de una persona. La mayoría de las traducciones modernas de la Biblia reconocen esta verdad, traduciendo la palabra en el texto o por lo menos añadiendo una nota en el margen de la Biblia para explicar que la palabra original satán significa, sencillamente, adversario. Por ejemplo, en la traducción moderna (en inglés) de James Moffat, y en las dos traducciones (también en inglés) publicadas en 1917 y en 1980 por la Jewish Publication Society (Sociedad Judía de Publicaciones), Satanás no figura en el libro de Job, pues la palabra satán ha sido traducida Adversary (Adversario). Otras cuatro traducciones en inglés: la Versión Autorizada de 1611, la Versión Revisada de 1881, la Revised Standard Version de 1952 y la New English Bible de 1970, dicen Satan (Satanás) en el libro de Job, pero agregan una nota marginal explicando al lector que la palabra hebrea significa simplemente the adversary (el adversario). 2. En nuestra Biblia castellana, Job 1:6 se lee de la siguiente manera: "Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás." Ahora, algunos sacan de este versículo la conclusión de que el adversario de Job es un ángel malo, alegando en primer lugar que la frase "hijos de Dios" quiere decir "ángeles," y en segundo lugar que sólo un ángel podría presentarse delante de Jehová, ya que para hacerlo es necesario llegar hasta la morada de Dios en los cielos, lo cual es posible únicamente para los ángeles. Sin embargo, este razonamiento es totalmente equivocado, por las siguientes razones: (a) La expresión "hijos de Dios" no quiere decir "ángeles." A los hombres que han sido llamados para servirle, Dios les llama comúnmente sus hijos, tanto en el Nuevo como en el Antiguo Testamento; de manera que los hijos de Dios en el libro de Job son aparentemente los miembros de una congregación de adoradores de Dios. Véanse los siguientes pasajes:
También es de notarse que el Hijo de Dios por excelencia, Jesucristo, es hombre y no ángel. (A propósito, esta evidencia nos ayudará también a interpretar correctamente Génesis 6:2, reconociendo que los hijos de Dios en este pasaje también son hombres y no ángeles, como afirman algunos.) (b) La Biblia en ningún momento afirma que la conversación entre Jehová y el adversario de Job tuvo lugar en los cielos. La expresión "presentarse delante de Jehová" y otras parecidas se ocupan con frecuencia en ambos testamentos para describir el momento en que un siervo de Dios se acerca a Jehová por medio de un holocausto o de la oración. Véanse los siguientes versículos:
En muchas ocasiones en la Biblia, Dios conversa con los hombres mientras éstos están delante de su presencia aquí en la tierra. El adversario de Job es simplemente un miembro de la congregación de adoradores de Dios de aquella localidad. Conoce a Job y duda de la sinceridad de su fe, o quizá tiene envidia de su prosperidad. Expresa sus dudas a Dios cuando está reunido con los demás "hijos de Dios" en su acostumbrado lugar de reunión y persuade a Jehová a que ponga a prueba la fe y la piedad de Job. El hecho de que Job fue afligido por el poder de Dios se enfatiza en repetidas ocasiones en el libro. Por ejemplo, en Job 2:3, Jehová dice al adversario, aludiendo a las primeras tragedias que le sobrevinieron a Job, "tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa." Job mismo reconoce que los males que le han sobrevenido fueron causados por Dios. En Job 1:21, después de haber recibido la infausta noticia de la destrucción de sus bienes y la muerte de sus hijos, Job exclama, "Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito." Y en Job 2:9 y 10, la mujer de Job le dice, "Maldice a Jehová, y muérete," y Job responde, "¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no recibiremos?" En los restantes capítulos del libro, Job responsabiliza reiteradamente a Jehová por sus males; véanse Job 6:4, 7:20, 10:2, 19:6 y sobre todo 42:11, donde se nos relata que los parientes y amigos de Job "le consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él." La mayor parte de libro relata el esfuerzo que hace Job para comprender por qué Dios le ha afligido; el libro carecería totalmente de sentido si Job no hubiera sido afligido por Jehová, sino por algún otro personaje sobrenatural. Y en su respuesta a Job (capítulos 38 a 41), Jehová en ningún momento niega o evade su responsabilidad por lo que le había acontecido a Job; simplemente le hace ver que un mero hombre no está facultado para cuestionar la actuación del Todopoderoso. Satanás en el libro de Zacarías Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle. Y dijo Jehová: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? Ahora, esto es obviamente la continuación de las visiones proféticas de los capítulos anteriores y no un relato literal. No se nos dice explícitamente quién es el adversario del sumo sacerdote Josué, pero un estudio de la situación histórica en medio de la cual Zacarías profetizó nos sugiere una respuesta. Zacarías pronunció su profecía alrededor del año 520 antes de Jesucristo. Casi 70 años antes, los judíos habían sido llevados cautivos a Babilonia cuando el emperador Nabucodonosor destruyó la ciudad de Jerusalén. Pero en el año 539, un nuevo emperador llamado Ciro había dado permiso a los judíos para que regresaran a su país y reedificaran su templo en Jerusalén (véase Esdras 1:1-4). Bajo el mando de Zorobabel y el sumo sacerdote Josué, llamado también Jesúa (véase Esdras 2:2), algunos judíos regresaron y comenzaron a reedificar el templo. Restauraron el altar y lograron colocar los cimientos de un nuevo templo (Esdras capítulo 3), pero la obra fue detenida por las amenazas de los enemigos de los judíos que vivían en la tierra, principalmente los samaritanos. Este era un pueblo bastardo formado de una mescolanza de israelitas con gente traída de otras regiones por el rey de Asiria (Esdras 4:1-5). Los profetas Zacarías y Hageo fueron levantados por Jehová para animar a sus compatriotas a que perseveraran con la obra de edificar el templo, haciendo caso omiso de las amenazas de sus enemigos (Esdras 5:1,2). En este contexto histórico, el satán que acusa al sumo sacerdote Jesúa en la visión de Zacarías simboliza la oposición de los samaritanos que estaban dispuestos a desafiar aun al sumo sacerdote del Dios viviente para impedir que los judíos realizaran su obra. El resto del capítulo 3 de Zacarías describe la forma en que Dios justifica a Josué y reprende al satán samaritano. La visión se cumplió cuando los judíos, bajo el liderazgo de Josué y Zorobabel, se negaron a seguir dejándose intimidar por sus enemigos y completaron la construcción del templo (Esdras capítulos 5 y 6). Se notará que al igual que en los casos anteriores examinados, el uso de la palabra satán no implica en lo más mínimo que se trata de un ángel caído, sino simplemente de algún adversario cuya identidad ha de buscarse analizando el contexto histórico de la profecía. Satanás en los Salmos
En este salmo David clama a Dios para que le proteja de sus enemigos, que obviamente son seres humanos: Lo raro de este caso es que la palabra satán aparece un total de cuatro veces en el texto hebreo del salmo, en los versículos 4, 6, 20 y 29, refiriéndose a seres humanos, pero sólo en el versículo 6 los traductores de la Biblia RVR de 1960 la han dejado sin traducción. En los otros tres casos la han traducido al castellano conforme a su significado verdadero. Por ejemplo, en el versículo 4 la palabra "adversarios" es la traducción correcta de la palabra hebrea satanás, y en los versículos 20 y 29 la frase "los que me calumnian" es la traducción de una frase hebrea que dice literalmente "mis satanases." No existe la menor evidencia de que la palabra satán que aparece en el versículo 6 se refiera a algo que no sea un ser humano, por lo que es difícil de entender por qué los traductores optaron por dejarla sin traducir, dando la impresión de que se trata del tentador sobrenatural de la mitología. La vasta mayoría de las traducciones modernas de la Biblia traducen la palabra satán del versículo 6 conforme a su significado real de "acusador" o algo por el estilo, evitando toda sugestión de que se trata del ángel caído de la superstición popular. Por ejemplo, la Versión Reina-Valera Actualizada, corrigiendo la versión de 1960, traduce "un acusador"; la Biblia de Jerusalén traduce "fiscal"; la versión Dios Habla Hoy dice "abogado"; la Biblia francesa de Segond traduce un accusateur (un acusador); la Revised Version de la Biblia inglesa dice adversary (adversario) y la Revised Standard Version en inglés dice "an accuser" (un acusador) al igual que la New English Bible, la traducción de la Jewish Publication Society (Sociedad Judía de Publicaciones), y la de James Moffat. Por lo que se ve claramente que el aparecimiento de la palabra "Satanás" en Salmos 109:6 de la versión RVR de 1960 es una traducción equivocada que de ninguna manera apoya la existencia de un tentador angelical. Satanás en el libro de Crónicas
A continuación, la narrativa revela la forma en que Joab intenta disuadir al rey de que lleve a cabo el censo, advirtiéndole que sería pecado. Sin embargo David insiste, y Joab se ve obligado a obedecer. Pero la actitud de David desagrada a Dios, quien castiga al pueblo con una peste que causa la muerte de setenta mil hombres. Finalmente, cuando el ángel destructor se apresta a devastar la ciudad de Jerusalén, David logra detener su mano y construye un altar en el sitio donde el ángel se detuvo. En este mismo sitio se edificaría más tarde el glorioso templo de Salomón. Ahora, las personas que creen en un diablo sobrenatural ven en la alusión a Satanás en el versículo 1 evidencia de la existencia de un poderoso diablo sobrenatural. Sin embargo, la realidad es muy distinta, porque al consultar el relato del mismo incidente tal como se describe en 2 Samuel capítulo 24, descubrimos que Dios mismo fue quien incitó a David a que hiciese el censo:
De manera que la incitación que 1 Crónicas atribuye a "Satanás," 2 Samuel la atribuye a Jehová. ¿Cómo se ha de resolver esta aparente contradicción? La respuesta es que no hay contradicción. En este caso, Dios mismo hizo el papel de adversario para con el pueblo y su rey. Acordémonos de que la palabra satán simplemente designa un enemigo o adversario, quienquiera que sea, y que la identificación del adversario en una situación determinada se ha de deducir del contexto. Puede que parezca extraño para algunos que Jehová mismo haga el papel de satán para con su pueblo, pero en realidad los advirtió en repetidas ocasiones de que se les volvería enemigo si se apartaran de sus mandamientos. Ya vimos un caso en que Su ángel hizo el papel de satán para con Balaam. En el libro de Isaías el profeta describe la actitud de Dios para con los israelitas de la siguiente manera:
En Jeremías 30:14 la palabra de Jehová dice:
y en Lamentaciones 2:4-5 el mismo profeta Jeremías recalca:
Habiendo contemplado esta evidencia de la forma en que Dios dijo que se había comportado con su pueblo escogido, y teniendo en mente el hecho de que la palabra satán significa precisamente enemigo o adversario, estamos en condición de apreciar la realidad de que por extraño que parezca a primera vista, Jehová mismo es el "Satanás" de 1 Crónicas 21:1, de la misma manera que su ángel lo fue en dos ocasiones en Números 22. Conclusión James Hunter Publicado por la Misión Bíblica Cristadelfiana Publicado por la Misión Bíblica Cristadelfiana Los Cristadelfianos somos una comunidad mundial de estudiantes de la Biblia. Si quisiera saber más acerca de nosotros y nuestras enseñanzas, por favor tomese unos momentos para navegar a través de www.labiblia.com. Tenemos aquí un muy amplio surtido de información acerca de nuestras creencias, y las verdaderas enseñanzas de la Biblia |
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