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La Cristiandad Extraviada Introducción | El Señor Tomará Venganza de Sus Enemigos Introducción En anteriores estudios, se ha visto que es el propósito de Dios enviar a Jesucristo a la tierra de nuevo, con el fin de destruir todos los reinos existentes y establecer un reino de Su propiedad que será universal y eterno. Nuestra atención se dirige ahora a las circunstancias que rodean este prodigioso cambio en la historia del mundo. ¿Será instantáneo el cambio del reino de los hombres al reino de Dios, o el lento resultado de un proceso universal? ¿Llegará Cristo secretamente a la tierra en un tiempo de paz, y silenciosamente destruirá los poderes de la tierra con sus ejércitos, en una sola noche, como en el caso de los asirios de la antigüedad? ¿O se manifestará cuando las guerras sean abundantes y amplios los problemas? El testimonio bíblico es muy explícito sobre este punto:
Estos testimonios contestan la pregunta. Muestran que la introducción del reino de Dios en la tierra estará acompañada de tribulaciones en una escala que no tiene paralelo en la historia, y que el mundo entero estará envuelto en dificultades políticas y sufrirá a causa de los males inherentes a tal condición. Pero encontraremos que otra clase de problemas caracterizará los tiempos de la segunda venida, pues Dios mismo efectuará un juicio visible sobre las naciones de la tierra, de manera que las calamidades naturales serán suplementadas con retribuciones milagrosas. Los testimonios de esto son numerosos y enfáticos, y como el argumento depende enteramente de ellos, merecen la más detenida consideración. Leemos en Jeremías 25:30,31:
He aquí el enjuiciamiento de "toda carne" de parte del Todopoderoso, y la extirpación de los malos de entre los hombres. La historia no tiene ningún registro de tan terrible acontecimiento. El tiempo de su cumplimiento se ve en el siguiente testimonio:
¿Quien es "el nombre de Jehová" personificado en esta cita de Isaías? Oímos la respuesta cuando escuchamos al que dijo, "Yo he venido en nombre de mi Padre" (Juan 5:43), y de quien está escrito, "No hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12); es decir, Jesús el Cristo, el Ungido de Dios, quien es para nosotros Emanuel, Dios con nosotros, la Palabra hecha carne, un nombre que Dios proveyó para cobertura de los desnudos hijos de Dios. La profecía lo representa viniendo de lejos. ¿Cuál es el significado de esto? Lo encontramos explicado en la parábola de Cristo a sus discípulos, tal como se registra en Lucas 19:12-27: "Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver." Aquí Jesús (el hombre noble), regresando de los cielos (el lejano país), es "el nombre de Jehová que viene de lejos." El Señor Tomará Venganza de Sus Enemigos
Habiendo visto que el nombre de Jehová que viene de lejos con su rostro encendido, responde al cercano advenimiento de Cristo para tomar venganza, será provechoso citar otros testimonios que muestran que esta doctrina del juicio venidero es la enseñanza uniforme del Espíritu en la palabra, y no la mera deducción de expresiones aisladas. Leemos en Isaías 66:15,16:
También Salmos 50:3-6:
Malaquías 4:1,2:
Con el mismo propósito declara Jeremías 30:23,24:
De nuevo, Salmos 21:9:
Considerando estos testimonios en conjunto, encontramos que revelan dos etapas separadas en las tribulaciones venideras. Primero, "angustia de naciones," "el mal irá de nación en nación," y "desfalleciendo los hombres por el temor," lo cual puede ser designado como la etapa natural. Segundo, una manifestación divina en la persona del Hijo del Hombre (quien es "el nombre de Jehová") acompañado de juicios destructores de fuego y espada, los cuales destruirán grandes cantidades de la humanidad, siendo esta parte la sobrenatural. La primera precede a la última. De aquí que, como primera indicación del acercamiento del fin, debemos esperar tiempos de angustia y conmoción en la tierra. El Propósito de las Tribulaciones La población de la tierra será reducida drásticamente. Sus elementos reprobados serán eliminados, dejando un residuo compuesto por los mansos y sumisos y bien dispuestos de la humanidad, quienes constituirán los súbditos obedientes del reino del Mesías, los cuales son señalados en Isaías 2:3, Jeremías 3:17, Miqueas 4:2 y Zacarías 14:16 como las naciones que subirán "a la casa del Dios de Jacob," a Jerusalén, a aprender Sus caminos y andar en sus pasos, abandonando totalmente la imaginación de sus malvados corazones. Las Naciones se Opondrán al Señor
También consultemos Sofonías 3:8 y Hageo 2:6,22, así como otras escrituras que podrán ser localizadas. Así que el intento de los poderes constituidos de resistir al monarca oriental recién surgido terminará en la completa derrota de ellos mismos. Su audacia encontrará una terrible retribución. El completo sistema de gobierno humano que ellos representan será reducido a polvo, y la invencible autocracia del Mayor que Salomón será confirmada y establecida universalmente. Sin embargo, esto no se realizará en un instante. Dios podría aniquilar el poder del enemigo en un momento, y de una vez limpiar la tierra para establecer su propio poder; pero entonces no habría oportunidad para el planeado castigo de este mundo malvado, y ningún efecto moral sobre el "remanente." Dios pudo haber destruido a los egipcios de una vez y liberado a los cautivos israelitas; pero entonces la lección diseñada para ser utilizada en todos los tiempos no habría sido grabada con suficiente profundidad. Los judíos pudieron haber obtenido una idea confusa de la grandeza y omnipotencia de Jehová, y el histórico nombre de Dios, el cual es uno de los pilares de nuestra fe, podría haber sido mal recordado. Las obras divinas siempre se caracterizan por la amplitud de sus metas, y solamente la ignorancia de los propósitos puede engendrar desdén por los medios. Entonces, en la colisión que se llevará a cabo al final entre los poderes de este mundo y Cristo (el hombre a quien Dios ha señalado para juzgar al mundo con justicia), le será permitido al hombre llegar hasta lo último, y desplegar su poder en el vano intento de vencer a la insospechada omnipotencia. Esto dará tiempo para la operación moral del juicio que será aplicado en su supresión:
Probablemente muchas campañas laboriosas tendrán lugar antes de que se efectúe una completa subyugación. Los gobiernos de la tierra lucharán con desesperación para preservar el régimen humano de la temida aniquilación. Pelearán hasta el final y mantendrán su esperanza hasta que la misma esperanza desaparezca por el completo triunfo del Cordero, quien los vencerá. Durante el intervalo que será ocupado de este modo, un pueblo justo y sumiso será creado por medio del juicio manifestado, el cual estará contento de saludar la inauguración del nuevo gobierno, que será establecido universalmente sobre las ruinas de "los reinos de este mundo." El Papel de los Santos en Los Juicios Finales Los santos cooperan con Cristo en la ejecución de los juicios escritos. Este honor está reservado para todos ellos. Será su privilegio "ejecutar venganza entre las naciones, y castigo entre los pueblos; para aprisionar a sus reyes con grillos, y a sus nobles con cadenas de hierro; para ejecutar en ellos el juicio decretado; gloria será esto para todos sus santos" (Salmos 149:7-9). Este honor será sostenido en el tiempo contemplado en las palabras de Daniel 7:22: "Se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino." Pablo recuerda a los corintios la próxima elevación de los santos a la silla del tribunal: "¿No sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?" (1 Corintios 6:2,3). También sobre esto tuvo Juan una visión, como se registra en Apocalipsis 20:4: "Vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar." Es obvio que en las escenas finales de juicio de esta dispensación, los santos estarán asociados con el Señor Jesús en la destrucción de los sistemas políticos, eclesiásticos y sociales que juntamente constituyen este "presente siglo malo." Este es un trabajo de devastación para el cual los sentimentalistas religiosos de esta época no están preparados. Involucrará mucha destrucción de vida, después del exterminador ejemplo del diluvio, y creará un tiempo de angustia como nunca ha sido visto desde que las naciones han existido en la tierra, un "día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra...el día grande y espantoso de Jehová." Extensas serán las desolaciones producidas; sangrientos y severos los juicios administrados por las manos de Jesús y los santos. "La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día. Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido...Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la tierra" (Isaías 2:11,12,19). Entonces, debe ser obvio que antes de que comience el período de estos juicios, los santos serán removidos de las esferas que ocupan en el mundo; de otra manera no estarían con Cristo, y se verían envueltos en la tribulación general, lo cual contradice las palabras dedicadas a ellos en Isaías 26:20,21:
La forma de este entrar en los aposentos y cerrar las puertas para esconderse se vuelve real en el Nuevo Testamento: primero, por la referencia de Mateo 25:10, donde leemos, "y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta"; y segundo, por la referencia de Apocalipsis 19:7,8, donde encontramos que esta boda es la reunión de Cristo y su pueblo en su venida. Esto se expresa con mayor claridad en la enseñanza de Pablo en 1 Tesalonicenses 4:16,17:
A esto se refiere en 2 Tesalonicenses 2:1, como "la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él." Entonces, el primer suceso que tiene lugar después del regreso del Señor desde los cielos, es la "reunión" de todos sus santos con él, incluyendo los muertos de las épocas pasadas, que habrán sido resucitados para el mismo propósito. Esta reunión es para juicio. Pablo dice: "Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo" (2 Corintios 5:10). Las parábolas que Cristo habló en la tierra, ilustrativas de su entonces próxima partida al cielo y su subsiguiente regreso, tienen esta característica: "Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero" (Lucas 19:15). De todo esto se deduce que a su regreso, sus siervos muertos serán resucitados y sus siervos vivientes reunidos de todas las partes de la tierra donde estén dispersos, para comparecer delante del él a fin de hacer cuentas con ellos (Mateo 18:23). El Señor aprobará a algunos y rechazará a otros: estos últimos serán sentenciados a compartir los juicios que descenderán sobre la bestia y sus ejércitos, es decir, el pecado mismo, incorporado política y eclesiásticamente en los poderes que "pelearán contra el Cordero" y su ejército; los primeros serán admitidos a la ceremonia de bodas, en la cual serán reconocidos "delante del Padre y de los santos ángeles" (Mateo 10:32; Apocalipsis 3:5), y de ahí en adelante "seguirán al Cordero dondequiera que vaya" (Apocalipsis 14:4), y cooperarán con él en el castigo de las naciones por medio de los juicios escritos que fueron tratados en la primera parte de este estudio. Todo esto tendrá lugar antes de que los juicios divinos comiencen, pero no antes de la "angustia de las gentes, confundidas," lo cual es el síntoma preliminar de que se acerca la "gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo." Ese estado de complicación política probablemente prevalecerá por un tiempo considerable antes de que los santos sean llamados a cuentas, y los hombres lo considerarán como una repetición de las conmociones que muchas veces han ocurrido en el transcurso de la historia. Ellos sólo verán su causa inmediata. Nunca sospecharán que una mano divina está guiando el desarrollo de los sucesos, o que "el juicio está cerca, a la puerta." Nunca se imaginarán que el mundo está a la vera de la más terrible crisis que jamás ha ocurrido en su historia; y que la indignación divina, largo tiempo restringida, está a punto de visitar al mundo con juicios destructores que quebrantarán la totalidad del sistema de la sociedad humana, organizada política, eclesiástica y socialmente. Pero como la pequeña nube, del tamaño de la palma de la mano, presagia la cercana tormenta, los santos serán removidos, en un momento determinado, sin previo aviso. Con toda probabilidad el suceso pasará desapercibido sin atraer mucha atención. Todo lo que el mundo sabrá en general es que unos pocos y oscuros individuos, que sostienen doctrinas "fanáticas," han desaparecido misteriosamente; pocos supondrán con seriedad que algo sobrenatural ha ocurrido. Se presentarán algunas teorías acerca del fenómeno, y el incidente será olvidado, al menos por la mayoría. Algunos que llegaron a saber que esta esperada remoción era parte de la doctrina de esta gente fanática quizá no puedan acallar cierto sentimiento de intranquilidad que estará perturbando sus pechos; pero a la larga el mundo no será afectado, y se moverá hacia la destrucción que lo espera en la revelación de Jesús con sus santos. Resumen
Estos son, a grandes rasgos, los sucesos que ocurrirán en "el fin," en conexión con el establecimiento del reino de Dios. Sin embargo, a este resumen le falta algo importante; no abarca aquellos eventos que constituyen la ocasión del advenimiento como ladrón del Mesías, y no toma en cuenta los signos políticos revelados en la Escritura como las indicaciones sintomáticas del cercano fin. Estas y la pregunta de cuán cerca está el mundo de la gran crisis, serán consideradas en el siguiente estudio. Robert Roberts Los Cristadelfianos somos una comunidad mundial de estudiantes de la Biblia. Si quisiera saber más acerca de nosotros y nuestras enseñanzas, por favor tomese unos momentos para navegar a través de www.labiblia.com. Tenemos aquí un muy amplio surtido de información acerca de nuestras creencias, y las verdaderas enseñanzas de la Biblia |
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